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Ventajas de correr en la playa

Si quieres mantener la línea, estar en forma, ganar en salud, tanto física como mental, y disfrutar de un montón de beneficios extra, no lo dudes: correr es el mejor ejercicio. Pero si además, tienes el privilegio de poder salir a correr en la playa desde tu casa frente al mar, ¡no sé a qué estás esperando!

En este artículo vamos a hablar de los beneficios y las ventajas que nos proporciona salir a correr por la playa. Más adelante, completaremos este post con otro en el que ofreceremos consejos que hay que tener en cuenta para disfrutar al máximo de la experiencia.

Una vez dicho lo anterior, hay algo que debemos tener muy en cuenta: siempre que vayas a salir a correr hay que estar muy seguro del estado general de nuestros huesos, articulaciones y tendones. Debemos tener la seguridad de que estamos sanos y en plenitud de condiciones, ya que correr puede hacernos daño si es que tenemos alguna lesión que desconocemos. Ten esto siempre en la cabeza: si notamos alguna molestia, debemos parar inmediatamente el ejercicio e ir al médico para que nos chequee. Especialmente, si ya pasas de los cuarenta.

Ventajas y beneficios de correr en la playa

Levantarte temprano en tu casa de playa frente al mar y entrenar por la orilla del mar es un lujo que no debes perderte, pues inmediatamente notarás las consecuencias beneficiosas para tu organismo. Las ventajas y los beneficios que ofrece salir a correr por la playa son muchísimos. Vamos a enumerar algunos de ellos.

  1. Uno de los aspectos más interesantes para aquellos que están atentos a la línea es el hecho de que correr por la playa tiene un efecto más adelgazante que hacerlo por el asfalto. Esto es debido al mayor gasto calórico que conlleva correr por una superficie que es menos dura y más inestable. Relacionado con esto, hay que tener en cuenta que, para evitar lesiones, resulta más apropiado correr por la orilla, donde la superficie es más sólida y estable.
  2. Relacionado con el punto anterior, al ser necesario una mayor implicación de los grupos musculares, tendrá lugar un mayor consumo de grasa.
  3. El propio entorno de la playa, y más si practicamos el ejercicio a hora temprana, lo cual es recomendable para evitar las altas temperaturas y los rayos ultravioleta, es ideal para relajarnos y favorecerá un ejercicio más constante y una mejor actividad.
  4. La arena de la playa asemeja un terreno acolchado y absorberá notablemente el impacto de correr, por lo que nuestras articulaciones sufrirán mucho menos de lo que lo harían en el duro asfalto, y te lo agradecerán.
  5. Con el paso de los días notarás cómo ganas en tu propia estabilidad y equilibrio. Al correr por un terreno más suave, irregular y estable que el propio de la ciudad ganarás en propiocepción.
  6. A medida que adquieras el hábito del entrenamiento y vayas conociendo como responde tu propio cuerpo a los diferentes ejercicios, verás que en la playa tienes una gran variedad de posibles técnicas de entrenamiento. Podrás elegir entre arena seca o blanda, o incluso introducirte levemente en el mar para tener una mayor resistencia, hacer sprints en la arena dura de la orilla… ¡y un largo etcétera! Ve probando y alternando unos ejercicios con otros, e irás conociendo cuáles son aquellos que mejor te sientan.
  7. Para terminar, no hay nada como finalizar el ejercicio con un buen baño en el mar. ¡Verás lo que es estar 100% relajado y con las pilas completamente recargadas!
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